Las puertas del caurel tenían 30 m de altura y tres de ancho y se estendían cerrando una vaguada, a lo largo de 300 m de vuelo. Completamente cerrada tenía el aspecto de una presa gigante.
Exactamente aquí.
Sus puertas de piedra tenían visagras de miles de toneladas, de las que aquí tenéis muestra
y entonces, los castros, uno a uno se abrían.
(Yo no estaba allí , .. me lo dijo un pajaro)
Y entonces se abrían las puertas y .. "el" entraba....
y durante meses hacía chillar a las cataratas
y sangrar a las grietas
Cova das choias
y la gente en sus casa quemaban madera, mientras el golpeaba las puertas y las ventanas,
y entraba en las casas abandonadas
y recorría el caurel
y donde el pisaba, los caminos cambiaban
y durante meses hacia estragos
Hasta que, derrepente, un niño que se escapaba a jugar. Encontraba flores amarillas
y descubría el secreto de las flores que buscan algo a sus pies
y entonces "el" se daba cuenta!!!!
y corría hacia la puerta, saltando entre las piedras de los rios, Rompiendo los puentes que se encontraba en su huida
!y cuanto mas corría , las flores amarillas, mas crecían!
,
y la gente salía de los castros y bajaban a los pueblos, con flores en el pelo
y el, tropezando y nervioso, se acercaba a la puerta que ya chirriaba ...
y justo cuando quedaba una rendija....... el se colaba por la puerta, que se cerraba con un temblor de tierra, tan grande que hacía ladrar a los perros durante tres días
cerrandose con su estruendo,
el se quedaba detras de la puerta, en su lado negro
y en el otro lado,... en amarillo , se acababa el invierno.
Esto es lo que me conto un pajarito, justo al lado de las puertas del caurel , que aqui os dejo:
Feliz Caurel, en primavera
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